¿A dónde planeas viajar en el próximo año o dos?  Haz una lista y luego piensa en algunas alternativas.  Aquí tienes algunas ideas:

Permanece en tu zona de residencia.  Una excelente manera de reducir los viajes aéreos es quedarte en casa o en una zona cercana.  Si tus vacaciones normalmente implican viajar en avión, considera convertir uno de esos viajes en unas vacaciones en casa.  ¡Pasea como turista local en tu ciudad!  Echa un vistazo a todos esos lugares interesantes cerca de tu casa que no has tenido la oportunidad de explorar.  Ahorrarás dinero tanto en el vuelo como en el alojamiento.

Por supuesto, a veces realmente necesitas salir de casa.  Una buena idea es buscar un lugar local relativamente cerca (100-200 millas).  Un hotel en la ciudad o una cabaña en el bosque, algún lugar que te ofrezca un cambio de ambiente.  Si te ahorras el precio del boleto de avión, puedes buscar un alojamiento mejor o añadir a tu viaje un evento o una noche especial.

Sal a la carretera.  Si tu destino está a una distancia de entre 300 y 500 millas, conducir suele tener un impacto menor que volar, especialmente para una familia de 3 o más personas.  Si viajas solo, quizás sea mejor que viajes en avión.

Conducir a tu destino te llevará un poco más de tiempo que volar, pero no mucho más.  Por lo general, se tarda de 6 a 7 horas en conducir 400 millas. Si haces ese mismo viaje en avión, puedes tardar fácilmente de 3 a 4 horas si cuentas el tiempo necesario para conducir hasta el aeropuerto, llegar a tiempo para los controles de seguridad y encontrar el transporte que te lleve a tu destino después de aterrizar.  Por solo un par de horas más de tiempo de viaje, puedes ayudar a reducir tu impacto.

¿Viajas con tu familia?  Haz que el viaje sea divertido: prueba distintos juegos de viajes, coloca un video para los niños en el asiento trasero o haz una o dos paradas en el camino para observar paisajes bonitos.  Si viajas en automóvil tendrás más flexibilidad a la hora de salir o hacer alguna parada en el camino. De este modo, los viajes serán mucho más relajados, especialmente con niños.

Toma el autobús o el tren. Sin lugar a dudas, el autobús tiene el menor impacto de todos los medios de transporte; el tren viene en segundo lugar.  Para viajes de 300 a 500 millas (o más, según el nivel de confort del autobús), los autobuses tienen aproximadamente tres veces menos emisiones por pasajero.  Y lo mejor de todo es que ya no son esas viejas cafeteras que todos tenemos en mente.  Muchos son nuevos y tienen conexión WiFi y asientos confortables con pantalla en el respaldo.  Pregunta a la compañía las características de tu autobús antes de hacer la reserva.  

Viajar en tren también puede ser muy relajante.  Hay muchos trayectos en tren que atraviesan paisajes espectaculares.  Las estaciones de trenes y de autobuses tienen la ventaja añadida de que están mucho más cerca del centro de la ciudad, por lo que suelen ser más prácticas.  Para más información, consulta los horarios de los autobuses en Greyhound y los de los trenes en Amtrak.  Explora tus opciones, tómate un tiempo para relajarte y ¡disfruta del viaje!

Aprovecha la videoconferencia. Pasar tiempo con la familia no tiene precio.  Y nadie está sugiriendo que no vayas a visitar a tu querida abuela.  Pero hacer una videoconferencia con tu familia es una excelente manera de mantenerte en contacto mientras estás en casa.  Hay muchas opciones de bajo costo como Skype, Facetime, Zoom y Google Hangouts que permiten tener conversaciones cara a cara con muy pocos requisitos tecnológicos.  Lo único lo que necesitas es una computadora con cámara web (o un smartphone) y una buena conexión a Internet.  También están los nuevos dispositivos Portal de Facebook y Echo de Amazon, además de otros portales de video, con los que una videoconferencia te hará sentir casi como si estuvieras allí.

Para empezar, elige la app o servicio que desees utilizar y pide al resto de la familia que descarguen la app o creen una cuenta, si es necesario.  Consulta los tutoriales online si algún miembro de la familia tiene problemas para configurar su conexión.

Crédito extra:  Comenta con tu jefe las opciones de videoconferencia en el trabajo.  ¡Hay muchas posibilidades!  Encuentra más información en la acción Trabaja a distancia.

Si realmente debes viajar en avión, ¡hazlo!  Aquí hay algunas cosas que puedes hacer para reducir tu impacto.

Combina viajes. ¿Te vas de viaje de negocios a un lugar que queda cerca de tu familia o de otro sitio que siempre has querido visitar?  Podrías combinar negocios y placer en un mismo viaje, y ahorrarte un vuelo.

Vuela sin escalas. Los despegues y aterrizajes utilizan mucho más combustible que el vuelo a la altitud de crucero. Las escalas, sobre todo aquellas en las que te desvías del camino, pueden aumentar significativamente las emisiones de un viaje.  Vuela sin escalas siempre que puedas para reducir las emisiones. Además, las escalas aumentan el tiempo de viaje y las probabilidades de retrasos y pérdida de equipaje.

Elige la mejor aerolínea.  Cada aerolínea tiene un nivel de eficiencia de combustible diferente.  ¿Quieres saber más?  Echa un vistazo a este estudio que clasifica la economía de combustible por aerolínea (gráfica en la página 4) para ver la eficiencia de la aerolínea con la que piensas volar.  

Compra compensaciones de carbono. Si debes viajar en avión, considera comprar compensaciones de carbono para reducir tu impacto.  Por unos pocos dólares, puedes apoyar proyectos de energía renovable y de reducción de emisiones para compensar las emisiones generadas por tu vuelo.  Obtén más información en la acción Compensa los viajes en avión.